
Monster ¿Quién es el verdadero monstruo?
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Aquí estamos de nuevo y esta vez vamos a hablar sobre Monster; un manga de mediados de los noventa escrito e ilustrado por Naoki Urasawa, mundialmente reconocido por sus mangas Yawara! (Cinturó Negre en Cataluña), 20th Century Boys o el mismo Monster.
En este artículo hablaremos y daremos nuestra opinión sobre esta fantástica historia desde la versión animada de la misma. Cabe decir que la animación de Monster es maravillosa, la historia está fielmente adaptada y el doblaje tanto en japonés como en castellano es genial (también goza de un doblaje muy bueno al catalán) y aunque normalmente es mejor ver los animes en japonés, personalmente opinamos que en este caso y teniendo en cuenta que la historia se desarrolla en su mayor parte en Alemania con personajes que supuestamente hablan alemán, verla en japonés o no, no es relevante. Es más, hay algunos términos políticos y conversaciones que probablemente se entienden mejor si las escuchamos en castellano. Como hemos dicho, el doblaje a nuestro idioma es realmente muy bueno en todos los personajes; quizá el único que pierde un poco de carisma es Johan ya que la voz japonesa es muy dulce y suave y en castellano es bonita pero mucho más varonil (si no entendéis porque influye el cambio de voz en el personaje tendréis que ver la serie). El único pero que podríamos ponerle al anime es que a veces puede resultar un poco lento (en especial los primeros episodios). Debemos tener en cuenta que, en las versiones animadas, el ritmo de la narración está más condicionado ya que, cuando uno lee un libro o cómic lo hace a su ritmo sin depender de pausas, silencios o flashbacks propios de las series de TV. Si a eso le sumamos que la historia de por sí es bastante densa y que las series de los 90 a veces se contaban a otro ritmo, es normal que a algunos les pueda parecer aburrida o demasiado pausada a veces. Por otro lado, la banda sonora y las voces de los personajes evidentemente le dan una personalidad propia al anime haciéndolo muy atractivo. Tanto si eres de anime o de manga y te gustan los thrillers policiacos y psicológicos, las historias profundas donde todo está entrelazado entre sí y con un desarrollo muy bueno de los personajes, Monster es para ti. A continuación, haremos una pequeña sinopsis sin spoilers para aquellas personas que no la conozcan, pero les llame la atención y quieran saber un poco de que va antes de verla y después, como siempre, haremos reflexiones y daremos nuestra opinión personal sobre Monster puesto que da para mucho. ¡Vamos a ello!
Monster es una historia ambientada en Alemania que abarca varios años, desde mediados de los 80 (antes de la caída del muro de Berlín) hasta mediados de los noventa. La trama se centra en Kenzo Tenma, un joven y muy prometedor neurocirujano de origen japonés que trabaja en el hospital Memorial Eisler de Düsseldorf y que un día decide desobedecer las órdenes del director para operar a un niño con un tiro en la cabeza en vez de al alcalde. Esa decisión y sus consecuencias harán que Tenma se replantee su vida, su trabajo y sus valores; en otras palabras, salvarle la vida a ese niño cambia la vida de Tenma completamente. Nueve años después de eso, ese niño al que salvó vuelve a cruzarse en su camino, pero de un modo totalmente inesperado pues resulta que se ha convertido en un asesino en serie. A partir de ese reencuentro, Tenma se ve envuelto en una trama de asesinatos misteriosos y empieza a perseguir la sombra del monstruo en el que se ha convertido ese niño al que salvó mientras el sentimiento de culpa lo consume. Nos encontramos ante una historia muy psicológica sobre asesinatos, control mental, conspiraciones políticas y mucho misterio. Un viaje por la psique humana y la dualidad sobre qué está bien y qué está mal a través de los muchos personajes que aparecen episodio tras episodio; porque uno de los puntos fuertes de Monster, como ya hemos comentado, son los personajes. Y no solamente los principales o más recurrentes como Tenma, Johan, Nina, Lunge o Eva. Cada persona con la que se cruza Tenma, sea por más o menos tiempo, tiene una historia detrás que le hace ser quién es y le hace actuar de una manera u otra y eso junto al desarrollo de sus personalidades hace que tengamos una perspectiva del ser humano muy amplia en la que los prejuicios cada vez tienen menos cabida. En definitiva y antes de meternos de lleno a reflexionar sobre los personajes y la historia en profundidad, recalcamos que Monster es una historia que habla sobre la humanidad de las personas y sobre el monstruo que todos podemos llegar a ser si las circunstancias motivan esa parte oscura. Avisamos que es una historia llena de violencia, pero sin ser excesivamente explícita ya que se trata en mayor medida de violencia psicológica. Si os interesa ¡ya estáis tardando en verla!
SPOILERS
Hacer un análisis de Monster en profundidad podría darnos para días y días puesto que de cada episodio ya se puede hacer un análisis y son un total de 74… así que vamos a hablar de los personajes que nos parecen más interesantes, de su crecimiento personal, de algunas situaciones que suceden a lo largo de la historia, episodios favoritos y por supuesto del final.
Como no puede ser de otra forma, empezaremos hablando de Kenzo Tenma; el co-protagonista junto a Johan de esta historia. Cuando conocemos a Tenma, vemos que encarna perfectamente el arquetipo de japonés sumiso y muy trabajador. Tenma es un buen médico que vive prácticamente solo para trabajar y que está prometido con la hija del director del hospital. Al contrario de lo que pueda parecer, él no busca el favor de nadie al entablar esa relación; al contrario, son Eva y su padre; el director, los que tratan de manipular a Tenma con promesas de amor vacío y supuestas ventajas en su puesto de trabajo para así aprovecharse del enorme talento que tiene y Tenma que también tiene ese punto de ingenuidad e inocencia japonesa, se deja engañar. Cuando le salva la vida a Johan, tanto su relación con Eva como su carrera profesional se vienen abajo, se vuelca totalmente en su trabajo de un modo obsesivo. Esa fijación con el trabajo es un tema recurrente que vemos a lo largo de la historia y que normalmente se refleja en los personajes masculinos; un claro ejemplo es Lunge y su tremenda obsesión por ser eficaz como detective; actitud que le lleva a tomarse el caso de Tenma de manera psicótica no queriendo ver la realidad ya que no está dispuesto a aceptar que Tenma es inocente pues eso significaría un fracaso que jamás ha experimentado. A medida que la trama avanza, su obsesión crece y crece mientras cada vez deja más de lado una vida que realmente jamás llegó a disfrutar hasta el punto en que se da cuenta que por culpa de su obsesión con el trabajo, su mujer y su hija embarazada lo abandonan, quedándose solo. Su manía hacia Tenma y su fijación por culparlo por los crímenes cometidos por Johan nos saca de quicio a la vez que también genera algunas situaciones de tensión muy buenas como el encuentro entre ambos en la casa del imitador de Johan en el que Lunge resulta herido y al final Tenma le salva la vida.
Siguiendo con Tenma y su reencuentro con Johan, tal y como hemos comentado más arriba; el sentimiento de culpa que invade al doctor por haberle salvado la vida a alguien que se ha convertido en un “monstruo” le puede hasta el punto de abandonar su trabajo y emprender un viaje de arrepentimiento, odio y venganza en el que se propone encontrar y matar a Johan. Como bien sabemos, el odio genera más odio y la violencia genera más violencia. Por eso mismo, el autor juega con los personajes que rodean a Tenma para mantenerlo siempre en el límite del bien y del mal. Dicho de otro modo: Tenma es una persona empática y altruista de por sí pero que cada vez se ve más sumido por la oscuridad debido a Johan y si no fuese por todas y cada una de las personas con las que interactúa, su humanidad se hubiese esfumado casi al inicio. El ayudar a la gente como médico, el escuchar las historias que le cuentan, el comprender como el pasado de las personas afecta a su presente, así como tener al lado a Dieter, un niño que solo ha conocido los abusos y la violencia pero que se mantiene optimista y lleno de bondad, mantienen a flote la humanidad de Tenma hasta el punto en el que, llegado el momento de su encuentro final con Johan y tras conocer su pasado, se ve incapaz de matarlo. Quizá Tenma sea uno de los personajes que menos cambian durante toda la historia, siendo siempre un buen doctor dispuesto a salvarle la vida a la gente. Es curioso como a raíz de tomar la decisión de arrebatarle la vida a Johan, al que considera un criminal, acaba dándole más valor a la vida misma, independientemente de quién sea. En definitiva, Tenma está ahí para mostrarnos la otra cara de la moneda, la de alguien que a pesar sumirse en la oscuridad y ver lo peor del ser humano, decide creer en él y aferrarse a la luz, consiguiendo perdonar a Johan y a sí mismo, reencontrando el equilibrio en su vida.
Hay varios personajes secundarios o incluso terciarios que aportan muchísima vida y que nos dan auténticas lecciones ya sea por alguna situación o por la evolución del personaje en sí. Uno de ellos es Rudy Gillen. El psiquiatra forense que estudió medicina junto a Tenma y que en un principio odia al doctor porque en su recuerdo, Tenma le despreciaba por haberlo pillado usando una chuleta durante el examen de la universidad. Cuando Tenma le confiesa que él también tenía una chuleta y por eso le miraba con esa cara durante el examen, Rudy comprende (y el espectador también) como de un malentendido y la falta de comunicación se puede generar un sentimiento tan negativo hacia otra persona y hacia uno mismo. A partir de ahí su actitud hacia Tenma cambia por completo y decide ayudarlo en su periplo de encontrar a Johan y demostrar su inocencia.
Uno de los personajes secundarios que más evolución tienen a lo largo de la historia es Eva Heinemann; ex prometida de Tenma. Eva es una mujer frívola, interesada a más no poder y muy materialista. Al principio de la historia se nos hace un personaje de lo más odioso, pero tras romper su compromiso con Tenma y el asesinato de su padre, el director del hospital, vemos como su vida y su personalidad toman un rumbo muy dinámico haciendo que sea un personaje muy interesante. Así como en Tenma y otros personajes masculinos se veía reflejada la obsesión por el trabajo, en Eva lo que vemos es una obsesión por lo material, por el dinero. Claro que no podemos quedarnos solo con que es una mujer materialista que se ha aprovechado de la herencia de su padre y de los tres divorcios que lleva para vivir del cuento. Eva es una persona que ha vivido casi toda su vida entre lujos, una niña malcriada y consentida por su padre, que ha suplido la falta de afecto y comunicación con dinero. Así pues, es normal que con esa educación y valores que le inculcó su padre (no olvidemos que ella es la que le dice a Tenma que no todas las vidas valen lo mismo, refiriéndose a su estatus o su poder económico) se convierta en una mujer interesada que encuentra en el ingenuo de Tenma su partido ideal: guapo, con un gran futuro y sumiso. A pesar de eso y a medida que avanza la historia, nos damos cuenta de que Tenma fue la única persona a la que realmente amó, razón que la lleva a intentar volver con él años después y cuando Tenma la rechaza, ella se siente tan dolida que decide colaborar con Lunge para culpar a Tenma por los asesinatos aun sabiendo que es inocente. Cuando Eva lo pierde absolutamente todo; el dinero y su mansión, vemos a una mujer rota y sumida en la soledad que ahoga sus penas en alcohol. La escena en la que Eva va con su maleta por la calle y le quita la botella de alcohol a un borracho representa de manera muy gráfica el caer bajo y tocar fondo. El momento en el que ella decide parar esa actitud destructiva hacia ella misma, hacia Tenma y hacia todo el mundo en general, es tras haber traicionado a Roberto decidiendo no matar a Tenma y siendo herida por ello. El final de ese episodio nos deja una escena muy surrealista de Eva (que sobrevive gracias a las curas de Tenma) compartiendo mesa con un mafioso al que no conoce de nada mientras ambos se dan cuenta de que nunca han sabido apreciar absolutamente nada de lo que tenían en sus vidas anteriores aun teniendo de todo y ahora que no les queda nada se dan cuenta del valor de las cosas. Por suerte para Eva, poco a poco vuelve a encontrarse a sí misma, ayudando a Tenma en su batalla contra Johan, enamorándose de nuevo de Martin (aunque nunca llegue a buen puerto ya que él muere) y como resultado final, vemos una Eva que ha dejado de beber y que se ha creado una nueva vida trabajando de decoradora de interiores. A pesar de ser un personaje en su mayor parte odioso, es muy carismática y sobre todo muy humana, dejándonos ver cuán frágil puede ser la línea entre tenerlo todo y no tener nada y aún como tocando fondo, uno puede resurgir y crearse a sí mismo de nuevo.
Sería el momento de centrarnos en el eje principal de la trama: los gemelos Liebheart. La historia de estos niños es tan interesante como retorcida. La información que nos ofrecen de ellos a lo largo de la serie está contada de manera confusa para que no acabes de entender nada hasta el final. Dos niños sin nombre nacidos como resultado de un experimento supremacista que buscaba el soldado perfecto tanto física como mentalmente, a los que les matan al padre por querer salirse del experimento y con una madre que nunca les dio mucho amor y cariño. La infancia de Johan y Anna marca el inicio de la tragedia ya que cuando su madre huye con ellos los viste a ambos de niña para evitar ser encontrada por Franz Bonaparta/Klaus Poppe ( buscaban a una mujer con un niño y una niña ) y cuando al final Bonaparta los encuentra y se llevan a Anna para experimentar con ella, Johan se queda en casa con su madre (la cual no le hace mucho caso) vestido de niña y leyendo el cuento de El Monstruo sin Nombre de Bonaparta; un cuento lleno de simbolismos, metáforas y mensajes subliminales ( como todos los que escribía Bonaparta ya que eran el material principal de sus sesiones de lectura con niños a los que poco a poco les lavaba el cerebro ) que acaban anidando en el inconsciente de Johan, el cual empieza a identificarse con el monstruo protagonista del cuento. Cuando Bonaparta se arrepiente de lo que está haciendo, saca a Anna del experimento de la habitación; envenena a 42 personas en la Mansión de las Rosas Rojas (casi todos los involucrados en el experimento) y le dice a Anna que huya y le cuente a su hermano todo lo que ha vivido. Así lo hace la niña, que le cuenta a Johan absolutamente todo con tal detalle que Johan, que tiene su frágil mente bastante disociada, absorbe esas experiencias y las integra en sí mismo, creyendo desde ese momento en adelante que las experiencias vividas por Anna son suyas y difuminando la línea que separa su personalidad con la de su hermana. A partir de ahí y tras ser encontrados por el general Wolf en la frontera, el monstruo de Johan no para de crecer. La historia de Johan y gran parte la trama de la serie va estrechamente ligada al control mental y a como se puede crear un individuo carente de emociones e identidad a través del trauma, así que vamos a hablar un poco sobre ello. El Kinderheim 511 se dedicaba a “educar” a los niños a base de violencia y crueldad para así fragmentarlos y borrar cualquier atisbo de identidad propia que pudiesen tener. Grimmer y Roberto estuvieron en la misma promoción y como podemos ver, el resultado de su paso por el orfanato era el esperado; ambos acaban siendo eficaces asesinos profesionales carentes de sentimientos, aunque durante la historia tienen desarrollos y finales diferentes básicamente por su relación con los demás. Por un lado, tenemos a Roberto, que tiene la mala suerte de conocer a Johan, el cual le seduce y engaña con sus juegos mentales consiguiendo convertirle en su matón principal. Roberto se convierte en una de las muchas marionetas de Johan, sin emociones aparte de la devoción que profesa hacia su jefe, por el cual está dispuesto a matar y morir sin dudar ni un segundo. Grimmer sin embargo, a pesar de no tener emociones y tener una doble personalidad muy marcada (Steiner el Magnífico) con la que es tremendamente letal y cruel, aún conserva algo de humanidad que le lleva a investigar casos de violación de derechos humanos como lo sucedido en el Kinderheim 511. Conocer a Tenma , ayudarlo en su lucha contra Johan, descubrir la verdad tras los misterios del orfanato y tener contacto con los niños que estaban al cuidado de Mikhail Petrov remueve su interior de tal manera que, al final, antes de morir es capaz de sentir la pena que nunca experimentó con la muerte de su hijo y expresarla con lágrimas. Grimmer es un personaje muy carismático e interesante que nos demuestra que, a pesar de todo, uno puede recuperar su humanidad si decide creer en ella y la gente de su alrededor le apoya y le da el amor que jamás ha tenido. Sería interesante plantearnos qué hubiese pasado si Grimmer hubiese conocido a Johan ¿Hubiese caído rendido ante sus encantos convirtiéndose en su matón como Roberto?
Volviendo a Johan y Anna podríamos decir que ambos representan, al igual que Grimmer y Roberto, las dos caras de una misma moneda. Anna también es una niña sin nombre con una madre ausente, víctima de los experimentos de Bonaparta. Las diferencias con su hermano radican en que ella no sufre esa personalidad disociada ni se siente identificada con el Monstruo sin Nombre ya que esas vivencias eran de su hermano. Tampoco ingresa en el Kinderheim 511 y tras disparar a Johan sufre tal shock que su mente bloquea la gran mayoría de traumas que ha vivido en su infancia, dejándole una amnesia que le permite tener una adolescencia bastante normal. Cuando Johan regresa a su vida es cuando comienza el infierno para ella. Johan mata a los padres adoptivos de Nina/Anna y ella huye sintiéndose completamente perdida. A medida que avanza la historia, Nina también sufre un cambio de actitud debido a la decisión que toma de matar a su hermano y por ello se convierte en una joven decidida y fuerte capaz de hacerle frente a Bebé y sus matones con tal de conseguir información de su hermano. A pesar de volverse más fría y letal, es capaz incluso de perdonar al policía corrupto que mató a sus padres (órdenes de Johan) después de espiarlo durante algún tiempo y ver que el hombre tenía una familia a la que quería de verdad e incluso logra a perdonar y comprender a su hermano, sobre todo tras librarse del último bloqueo mental (gracias a las terapias de hipnosis) y recordar que las experiencias vividas en la mansión eran de ella y no de Johan. Ahí Nina comprende el dolor de su hermano, entiende que él hizo suyas esas experiencias confundiendo más su ya bastante perturbada mente y dándole forma al monstruo.
Hablando del Monstruo; es el turno de centrarnos en Johan, antagonista principal de toda la historia. Como ya hemos comentado antes, Johan es junto a su hermana el resultado de un experimento (en su caso de varios si tenemos en cuenta el Kinderheim 511). Es un niño sin nombre inestable mentalmente al que la vida lo lleva por unas circunstancias que potencian su lado oscuro llegando a convertirse en un auténtico monstruo. Es curioso como Johan apenas hace apariciones durante toda la historia, siendo casi siempre sus marionetas y matones los que aparecen cumpliendo sus órdenes ya que él suele mantenerse al margen, moviendo los hilos en las sombras. Es extremadamente inteligente, con un apariencia elegante, gentil y cautivadora que usa para acercarse a sus víctimas y hurgar en su psique para manipularlas a su antojo (hasta el punto en que muchas veces te cuestionas como narices lo hace, como en el caso del asesino en serie que estaba estudiando Rudy). Tiene una personalidad bastante disociada ya que se siente identificado con el monstruo del cuento; dicho monstruo sin nombre se dividía en dos para salir al mundo y encontrar una identidad y al final, cuando se reencontraban las dos “mitades” una de ellas le hacía ver a la otra que no necesitaban ningún nombre para tener identidad y la otra mitad la acaba engullendo. Está claro que para él el monstruo dividido son él mismo y su hermana, de ahí que sea la única persona (junto a Tenma) a la que quiere (aunque también quiera matarla) y que piense que forma parte de sí mismo, siendo un único ser. La expresión máxima de esto la vemos cuando Johan se hace pasar por Anna con el detective Jan Suk . Johan nos engaña a todos con su actuación ya que tanto su físico como su voz parecen los de su hermana (de ahí a que antes comentáramos que la voz en castellano era demasiado varonil como para hacerse pasar por ella) y aunque el espectador pueda sospechar, el pobre Jan Suk cae de lleno en su trampa en esta situación tan épica.Durante el transcurso de la historia nos dejan bien claro lo malo y retorcido que es Johan: matando a todas sus familias adoptivas, creando el caos en el Kinderheim 511, asesinando a mucha gente, manipulando a otra, etc…pero si hay un momento donde su maldad brilla en su máximo esplendor es en el episodio 49: La crueldad más extrema (nunca mejor dicho). Personalmente diremos que este episodio es el que nos pareció más cruel y violento (a nivel psicológico) de todos. Ver como Johan engaña y abandona a un niño inocente en el peor sitio que encuentra (la zona de prostíbulos) destrozándolo psicológicamente y llevándolo al borde del suicidio. Suerte que Grimmer salva al niño antes de que salte del puente pero aun así, a saber con qué trauma cargará la pobre criatura durante el resto de su vida ya que a parte de las imágenes que ve en el barrio rojo ( sexo y actitudes no muy apropiadas para un niño) Johan le dice que si encuentra allí a su madre ( imposible porque es huérfano) el mundo valdrá la pena pero si no la encuentra el mundo será un lugar horrible y él ( refiriéndose al niño) estará completamente solo. Johan deja un rastro de muerte y terror por allá donde pasa (con razón le tienen miedo) y durante toda la historia prepara el terreno para la culminación de su plan que se lleva a cabo en los últimos episodios en el pueblo de Ruhenheim, donde se retiró Bonaparta (arrepentido de todo lo que hizo). Lo que sucede en el último tramo de la historia en este pueblo es tremendo: el caos y el pánico colectivo que se genera por culpa de Johan que consigue que la gente empiece a matarse entre sí, la paranoia del matrimonio que ha ganado la lotería, Tenma, Grimmer y los demás reunidos en medio de la masacre y el mismo “final” de Johan, que quería que Tenma le matara pero al final el tiro se lo pega el borracho del pueblo y la historia se repite: Johan con un tiro en la cabeza que sobrevive gracias a Tenma, el cual, a pesar de todo, se ve incapaz de dejarlo morir. Al igual que en el Kinderheim 511, Johan se encarga de generar el ambiente adecuado para en un determinado momento y con una chispa, encender el fuego del caos en un pequeño pueblo aislado en el que rápidamente la histeria se propaga convirtiéndolo en un pequeño campo de batalla. Viendo situaciones como esta, que en un principio pueden parecer bizarras y surrealistas, nos damos cuenta cuan fácil es en realidad generar el caos si sabes cómo hacerlo: diciendo algo en el momento oportuno, creando conflicto entre diferentes personas, alentando a alguien a que haga algo en un determinado momento, etc… Toda una estrategia que se lleva a cabo más a menudo de lo que podamos pensar.
Por último, vamos a hablar del final, ese momento en el que Johan recuerda por qué empezó todo, el único recuerdo de su infancia que es solamente suyo y no de su hermana. Antes hemos comentado el trauma de por vida que le causa al niño en el barrio rojo ya que es importante recalcar que cualquier situación traumática que le suceda a una persona hasta los 7 años lo va a definir y acompañar de por vida y eso es lo que le sucede a Johan. Como ya hemos dicho antes, Johan crece sin padre, sin nombre y sin el cariño de su madre. Se ve obligado a vestir de niña sin entender si eso es normal o no, leyendo los cuentos de Bonaparta y sin tener mucha idea del mundo exterior y de lo que se supone que está bien o mal. Pero lo que más marca a ese niño, el gran trauma que lo convierte en el Monstruo es el momento que Bonaparta viene a por ellos y su madre, después de dudar, acaba entregando a Anna para el experimento. Ese momento se queda en el inconsciente de Johan pues él siempre vive con la duda de si su madre los podía reconocer y si realmente quería entregar a Anna o pensaba que lo estaba entregando a él porque prefería a su hermana. Ahí empieza a crecer el odio hacia su madre y hacia el mundo en general (por ello es incapaz de crear vínculos de afecto con nadie) y eso es precisamente lo que Johan le cuenta a Tenma cuando despierta en el hospital después de que el médico le hable de lo mucho que lo quería su madre. Tras la revelación de Johan Tenma “despierta” y sale como de un trance, ve que Johan sigue dormido y piensa que han sido imaginaciones suyas; se marcha de la habitación y justo antes de terminar la historia, vemos la cama de Johan vacía. Evidentemente es un final abierto que acepta todo tipo de interpretaciones e incluso hay opiniones que defienden la idea de que el final depende solamente de tu perspectiva del mundo; es decir; si tu eres una persona optimista creerás que Johan ha hecho las paces consigo mismo y el mundo después de escuchar por parte de Tenma que su madre quería a sus hijos; y si por el contrario tienes una visión más pesimista del mundo, creerás que Johan ha ido en busca de su madre para matarla. Es una buena teoría y realmente es cierto que la realidad individual de cada uno depende de nuestra perspectiva, pero no por ello debemos dejar de lado el hecho de que Johan es otra persona que ha vivido una vida y experiencias propias que le han hecho ser quien es. Lo más probable es que recupere la conciencia al oír hablar de su madre impulsado por el odio, que es el sentimiento que lo une a ella y a todo el mundo. Es prácticamente imposible que un psicópata como Johan se quede tranquilo y encuentre la paz de esa manera cuando ni siquiera cree que lo que le dice Tenma sea verdad. La misma madre de los gemelos reconoce en su conversación con Tenma que ella era el verdadero Monstruo, pues crió a sus hijos con odio y miedo hacia el mundo para luego abandonarlos y no preocuparse nunca por si seguían vivos o no. Pude ser que Johan se escape del hospital para matar a su madre o puede que quizá simplemente vuelva a empezar de nuevo con su plan de deshumanizar el mundo y hacer sufrir a la gente y aunque la gran mayoría de personas a las que conocía están muertas, puede que encuentre otras, puede que vaya a por su hermana, a por Tenma, etc…En Another Monster; la novela escrita por el autor que conecta con Monster, se narra la historia de un periodista que investiga a un asesino que parecía haber sido manipulado por alguien desde las sombras al estilo de Johan. Esto sucede a principios del 2000 y dicho periodista decide tratar de conectar ambos casos y por ello entrevista a varios personajes relacionados con el caso Johan como Eva, Lunge y Rudy entre otros; Nina/Anna y Tenma al parecer no quisieron ser entrevistados. Si tenemos esta información en cuenta, Johan no vuelve a atacar a nadie conectado con su caso. Pudiera ser que matara a su madre y nadie lo supiera (quizá Tenma deja de visitarla tras la “visión” del hospital pues de lo contrario sabría si alguien ha matado a esa mujer), puede que al final se suicide o trate de rehacer su vida en algún lugar. También os decimos que no hemos leído la novela y la información que os ofrecemos la hemos sacado de la sinopsis y resúmenes así que si alguien la ha leído y tiene información relevante que ayude a dejar más claro el final de la historia nos encantaría que la compartiera en los comentarios.
En definitiva y para concluir, Monster es una historia sobre la humanidad de las personas y el monstruo interior que todos podemos llegar a desarrollar. Una historia que nos habla de las relaciones y de como podemos aprender unos de otros para ser una mejor versión de nosotros mismos gracias a los demás. Nos muestra que en la realidad todo tiene una razón y un motivo (sin tratar de justificar nada) con lo que los prejuicios empiezan perder sentido y nos recuerda ese eterno dilema de si el ser humano es bueno por naturaleza y solamente se corrompe por motivos externos o si por el contrario la maldad está presente en nosotros desde que nacemos.
¿Qué reflexiones sacáis vosotros de Monster? ¿Qué creéis que sucede al final con Johan?
¡Gracias por leernos y os leemos en vuestros comentarios!
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